Actualmente la Retórica como teoría del discurso no sólo ha recuperado terreno en campos de estudio de afinidad inmediata (como la Literatura, la Historia, la Lingüística), sino que ha demostrado su eficacia en cualquier ámbito de acción humana. Como teoría del discurso antiguo, los oradores usaban la palabra para hacer que otros (los jueces, el público) hicieran algo: tomar una decisión, inclinar la balanza de la justicia, aceptar la guerra o la paz... Si trasladamos esto al ámbito general de las acciones humanas, podemos decir que la Retórica proporciona un modelo eficaz por el cual las ideas se "realizan" en actos eficaces, actos retóricos, cuya finalidad última es "hacer que otros hagan".
La Retórica ha reflexionado profundamente que se comunican contenidos por medio de formas, así se ha planteado desde la Antigüedad (Aristóteles, Quintiliano) la división artificial de los discursos en contenido y forma: qué y cómo.
Estas dos grandes partes son abordadas por las cinco operaciones que conforman la Retórica. Todas colaboran al efecto último de mover a otros o conmoverlos, es decir, los convencen o persuaden. Tales operaciones son: inventio (la concepción del discurso o del acto retórico, el hallazgo de lo que va a decirse o realizarse), dispositio (organiza lo hallado por la inventio), elocutio (se ocupa de la forma misma del discurso, selección y combinación de palabras, corrección de oraciones), actio (tiene que ver con la "entrega" o "realización" del discurso) y memoria (se vincula con la mnemotecnia para recordar el discurso).
El tema de los tópicos o lugares comunes tiene que ver con la inventio y ésta a su vez se relaciona no con el discurso en sí, sino con el momento previo al discurso: el momento en que se decide el qué del texto o la acción.
Como se ve, la inventio es un proceso abstracto, previo a la creación propiamente dicha, este proceso, según Roland Barthes, más que de invención es de "extracción" creativa. En la inventio se "descubre", prácticamente por completo, lo que se quiere diseñar/crear/inventar. La "espontaneidad", "la inspiración", o esos instantes en que diseñador o creador acogen una idea corresponde a la inventio retórica, una vez hallado el qué se procede a otro momento abstracto: la intellectio, o estrategia. Es entonces cuando se decide de qué manera se abordará el tema hallado.
Ciertamente la inventio como calculada operación retórica parece oponerse a las ideas comunes que señalan que la creatividad se origina en la "imaginación", la "espontaneidad" o la "inspiración", pero esto no es así, teorizar sobre este momento previo como inventio"potencia" la creatividad misma porque la ordena y la hará eventualmente más eficaz. Veremos cómo.
La relación entre tópica i inventio es interesante. No se puede inventar nada sin valerse de algo previo. El pensamiento y el lenguaje humanos son como el Barón de Munchhausen, algo que se levanta a sí mismo de los pelos. La cárcel del lenguaje supone que no se puede sali de ella sin utilizar sus propias sábanas para saltar su propio muro. No se puede pensar si no se parte de conceptos y estructuras lógicas y no se puede hablar del lenguaje sin utilizar palabras para ello,
ResponderEliminarEn un trabajo titulado La teoría del diseño y el disño de la teoría" y en otros titulado "Homo Instrumentalis", que son fáciles de encontrar en Google, abordo yo estos temas
José L Ramírez